Si existe un tema que inquieta y abruma a muchos padres de niños, jóvenes y adultos con discapacidad es el tema del abuso sexual, las preocupación los va acompañando a lo largo de sus vidas y en distintos periodos de ésta.
Sin lugar a dudas una de las herramientas fundamentales para abordar dicha problemática es hablarlo, permanecer en el silencio puede crear una serie de fantasías infundadas o bien reforzar complicidades de aquello que sucede en una realidad que termina por deformarse si permanece en el silencio, pues como no se habla, no existe.
El origen de los temores puedes ser multifactorial, es decir puede ir acompañado desde experiencias personales vividas por los propios padres, hasta temores por lo que han escuchado o les han contado que sucede en los centros a los que acuden sus hijos.
Tocar el tema de sexualidad no es nada fácil en una sociedad que censura y donde prevalece el tabú, de que hablar de “eso” es una “cosa” “mala” “vergonzosa” o “escandalizadora”, como individuos poco se nos prepara en una educación regular y en la familia para enfrentar una vida adulta plena en el ámbito de la sexualidad.
NOMBRAR A LAS COSAS POR SU NOMBRE NO ES INMORAL.
Uno de los aspectos que usamos para encubrir esta carga de vergüenza que encierra hablar de los órganos genitales, es dotarlos de una serie de “seudónimos” con el fin de no evidenciarlos; el pene y la vagina, vienen siendo como cualquier otro órgano del cuerpo, con la diferencia que al corazón y al hígado difícilmente los asociamos con el placer sexual.
ESTABLECIMIENTO DE HÁBITOS HIGIÉNICOS, PIEZA MEDULAR PARA LA VERDADERA PREVENCIÓN.
Los hábitos higiénicos poseen varias características, una de ellas es que contribuyen a la sanidad de nuestro cuerpo, mantiene a todos nuestros órganos en buen estado y garantizan su funcionamiento, además de ser actividades que hacemos desde la intimidad, pieza clave y fundamental para enseñarles a los niños el respeto a su propia privacidad y autonomía.
Comienza con la implementación del correcto control de esfínteres, mientras más rápido el niño pueda acceder a ir al baño por sí solo, no tendrá que depender de nadie para realizar esta tarea, que la mayoría de las personas lo hacemos en forma autónoma e independiente, al igual que bañarnos, lavarnos los dientes, etc.
En los niños con o sin discapacidad, es fundamental el fomento de hábitos desde la privacidad, lamentable resulta ver como hoy en día nos encontramos a jóvenes y adultos que tienen que estar siendo asistidos por sus madres, porque según el criterio de ellas, sus hijos no pueden hacerlo por sí solos, quizá porque nunca fueron instruidos para tal caso, cierto es también que existen circunstancias en que la persona tendrá que ser asistida de manera permanente, sin embargo esto sucede en casos extremos donde la movilidad de la persona queda significativamente comprometida.
LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD NO SON SERES ASEXUADOS.
El tema del noviazgo pone a los padres en una encrucijada importante, al no saber si negarle o no el derecho a su hijo a una relación ya no digamos sexual, si no de noviazgo, a muchos padres les resulta intolerante pensar que sus hijos hablen de placer, creando un eco importante entre el deseo de los hijos y la preocupación de los padres, donde la respuesta parece ser la censura.
Sin embargo muchos chicos con discapacidad intelectual confrontan y cuestionan las decisiones de sus padres, llegando incluso a revelarse con tales ideas, situación que complica la dinámica familiar, pues a decir por los propios padres, son situaciones que los rebasan por completo.
El síndrome el eterno niño viene a enmarcar esta situación, muchos padres han encontrado una opción para tolerar tal situación en el hecho de seguirlos tratando como si toda la vida fueran niños, fomentando una conducta infantilizada, que poco contribuye a un sano desarrollo psicosexual y social en el hijo.
LAS SOLUCIONES SE DAN DE FORMA COMPARTIDA.
Padres y educadores tenemos un reto y una asignatura pendiente con nuestros muchachos, empezando por derribar los mitos que de manera personal nos limitan al hablar abiertamente de la sexualidad, como un área integral de todo ser humano.
Comenzar por vencer los temores y prejuicios, de nosotros mismos, sería un buen inicio, ya que nadie puede dar lo que no tiene; ampliar nuestro criterio es importante, hablar de lo que nos genera conflicto ayuda a brindar una información, clara, precisa y eficaz, misma que puede ser transmitida a nuestros niños, jóvenes y adultos.
El silencio vulnera la integridad de nuestros muchachos, pues si nunca tienen acceso a temas sexuales debidamente orientados, y por el contrario lo mantenemos en el anonimato, dejamos latentes la posibilidad de que se esté cometiendo un abuso y nosotros ni siquiera no estemos enterando.
COMO DETECTAR UN ABUSO SEXUAL.
Una de las características principales para detectar el abuso en niños regulares es la actuación por parte de ellos, hacia situaciones explícitas en cuanto al sexo, los niños abusados sexualmente, por lo general juegan a tener relaciones, buscan ser tocados o tocar a los demás como lo hacen con él, realizan una serie de representaciones a través del juego de lo que les está pasando, para el niño, quien todavía no tiene una concepción completa de lo que significa el abuso, este tipo de conductas les resulta normal, pues generalmente el agresor, quien por lo regular es un miembro de la familia, lo contextualiza en un “juego” donde pide SILENCIO al niño, infundiendo temor si los padres se enteran.
En los niños con discapacidad intelectual leve o moderada, cabe la posibilidad de que suceda lo mismo, la situación cambia con los pequeños quienes presentan discapacidad profunda, sin embargo la sintomatología se refleja en lesiones físicas, los niños pueden presentar severas conductas irritables, sobre todo al momento que los bañan o van al baño, situación que puede constatarse mediante un chequeo de zonas genitales, recomendado que lo realize un médico.
En los adolescentes con discapacidad intelectual, es importante permanecer atentos a su discurso, ya que muchos de ellos tienden a fantasear, por lo mismo que observan en su entorno familiar, social y en la televisión.
Para cualquiera que sea los casos, es de suma importancia hablarlo siempre, buscar la ayuda profesional ya sean maestros o terapeutas, que puedan brindar una información mucho más precisa.
Cabe mencionar que los casos siempre tienen que ser vistos de manera particular y nunca generalizar, podrán compartir características pero ningún caso es igual a otro.
Psic. Emma González.
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