viernes, 7 de enero de 2011

PADRES APRENDIENDO CON SUS HIJOS

Una de las principales preocupaciones de los padres de familia en cuanto al tema de educación se refiere es el poder encontrar un sistema e institución que brinden a sus hijos elementos funcionales que les permita acceder a mejorar su calidad de vida.




En el tema de la educación especial las preocupaciones no cambian por el contrario, aumentan, y es que el grado de especialización es tal que exige un acopio de paciencia considerable, pues los cambios no son tan inmediatos como deseamos.


La creación de mecanismos educativos es compleja debido a que en los niños con discapacidad intelectual no existen procesos de normalización que permitan establecer programas estandarizados, es decir cada uno de ellos aprende de manera distinta y en determinada forma.


Lo que sí es importante mencionar es que a pesar de que su tiempo de abstracción de aprendizaje es considerablemente más lento, es indispensable que logren reglas básicas de autonomía e independencia como cualquier otro individuo en formación, desarrollo y crecimiento.


Se ingresa a un sistema educativo inicial con un repertorio instructivo básico de autonomía que permite satisfacer necesidades primarias en forma individual, se sabe como pedir de comer, caminar, ir al baño etcétera, pero sobre todo se cuenta con una capacidad de comunicación que nos permitía interactuar en el medio y con el otro.


Todas estas actividades se aprenden en forma vicaria y no instructiva, es decir, por imitación de lo que vimos en nuestros hogares, sin embargo el hecho de aprenderlas por imitación no significa que no exista un proceso de adquisición complejo detrás de ellas.


En los niños con síndrome de Down muchas veces estos aprendizajes vicarios no se dan en tiempo y forma adecuados pues generalmente se presentan dificultades en la adquisición de la marcha, control de esfínter y lenguaje, este último siendo de lo más complejo debido a la estrecha relación que guarda el síndrome con la formación del encéfalo, área que privilegia procesos de integración de la información, sin mencionar en ocasiones las largas jornadas que tanto padres de familia como los niños tienen que enfrentar en los hospitales periodo en el que prácticamente el proceso se detiene.


En FHD privilegiamos de primera instancia la impartición de aprendizaje vicario, buscando estandarizar y normalizar al alumno en la adquisición de autonomía para después pasar al proceso de adquisición de conceptos, para llevar a cabo este proceso el involucramiento del padre de familia es de carácter vital pues buscamos que lo que el alumno abstrae en nuestro sistema, lo implemente en su totalidad en casa y en su entorno social.


Uno de las características que encontramos en todo niño es su cambio de cuando sus padres hacen presencia en el ambiente escolar, las hipótesis suelen ser muchas, desde que el niño puede sentirse incómodo o extraño hasta la parte de revelar una diferencia en la manera de ejercer la disciplina, pues por lo general los ambientes escolares suelen ser más restrictivos que los ambientes familiares, ya que en los últimos intervienen más variables que dificultan que el padre pueda ejercer su autoridad, desde la influencia de otros miembros de la familia como abuelos y hermanos del niño hasta el factor social unido a la creencia de que el niño no tiene la capacidad para entender una sanción a su conducta; por lo tanto es válido ser totalmente permisivos con ellos.


La importancia de llevar a cabo una clase abierta cumple con diversos objetivos, el principal de ellos es lograr llevar en conjunto con el padre de familia estrategias funcionales que les permita moderar la conducta del pequeño, así como mostrarles técnicas en cuanto a los procesos de adquisición con el fin primordial de que el niño vea, sienta y sepa que en ambos ambientes se trabaja similar si logramos adaptar métodos entre escuela y casa será más fácil que los pequeños actúen lo aprendido en un ambiente social.


El reto en esta actividad no es tanto para los niños, es más para los padres de familia y maestros ya que es indispensable entablar diálogos abiertos, constantes y permanentes entre nosotros que nos permitan empatar técnicas eficaces en la formación de nuestros pequeños.

segunda clase abierta 2010